He comentado más de una vez que yo no soy muy dada a las rebajas. Me agobian las colas infernales en los probadores primero y en las cajas después, me agobia la ropa de temporadas cercanas al Pleistoceno Superior, la ropa tirada y amontonada, las estanterías repletas de zapatos cuando normalmente están llenas de ropa, que haya ropa de verano en invierno y ropa de invierno en verano y muchas cosas más. Y, aunque sé que mucha gente encuentra chollos y es asidua a las rebajas, a mi no me compensa la paliza simplemente para ahorrarme unos pocos €, o para acabar comprando ropa de la nueva colección. Porque son unos traicioneros, toda la tienda patas arriba y, como si se tratara de un espejismo en medio de un desierto, ves una pequeña zona con la ropa de la nueva colección toda ordenadita, bien colocadita y, todo sea dicho, mucho más bonita que cualquier cosa que puedas encontrar en la tienda en cuestión.
Es así, no me gustan las rebajas. Prefiero ir de vez en cuando a las tiendas aunque sólo me compre una cosa que esperarme a las rebajas porque si hago eso acabo quedándome sin nada. Pero este año ha sido diferente y creo que, precisamente, porque no tenía ningún tipo de expectativa puesta en las rebajas. Fui con la intención de echar un vistazo y al final acabé cargando, y lo más raro, sin ir a Bershka y Blanco que suelen ser mis tiendas predilectas.
Os voy a contar lo que me he comprado.
En primer lugar, dos pares de sandalias súper monas. De las primeras me enamoré y aunque valían 29,95€ (antes 39,95€) no me pude resisitir. No son baratas pero son del Corte Inglés y la verdad es que nota que son buenas y no. Son de color marrón metalizado o cobre y con el típico diseño romano tan de moda esta temporada y la pasada.
Y estas otras que me compré en una zapatería de mi barrio por 10€ (antes 15€). Son blancas con tachuelas y también de estilo romano pero con menos tiritas que otras, eso sí, estas "made in China". No las he estrenado aún pero parecen cómodas.
También me he comprado estos dos bolsos. El pequeño en Mango por 7,95€ (antes 15€) y, como podéis ver tiene forma de corazón y es de color beige oscuro. No tiene bolsillo dentro pero como es pequeño no llevo demasiadas cosas y no me importa. No me gusta el pinrrel negro que tiene colgando, no sé, me da la sensación de que no le pega mucho, pero bueno, se quita y ya está. Y el otro me lo compré en la misma zapatería que las sandalias blancas por 15€ (antes 19€). Quería un bolso de este estilo y, después de dar muchas vueltas por muchas tiendas, acabé volviendo a primera tienda a la que había entrado porque este fue el que más me gustó. Me gusta porque, aparte de que es muy cómodo, tiene las asas de la largura ideal. Este tampoco tiene bolsillo por dentro y en este caso sí que me molesta más por mi santa costumbre de meter el iPod y el móvil sin funda en bolso junto con las llaves (trendé que controlarme :D).
También en Mango me compré esta camiseta de lunares por € (antes €). No es nada del otro mundo pero me gusta el detalle de las mangas con volantes.
En el Corte Inglés me compré esta camiseta estilo vintage (15,95€). No estaba rebajada pero me gusto tanto que no me pude resiste. Había varios modelos del mismo estilo y con distintos colores y estampados de flores, incluido un vestido monísimo cuyo precio me pareció excesivo para lo que era (25€).
Y por último, en Zara, me encontré con un vestido estampado del mismo estilo pero mucho más barato (12,99€, no recuerdo cuánto valía antes). Me encanta porque lo veo súper mono, cómodo y fresco.
Y esto es todo. Y diréis, te parece poco? Nooo. La verdad es que son bastantes cosas pero es que todo estuvo financiado por mi madre. Si me lo hubiera tenido que comprar con mi dinero me hubiera gastado bastante menos.
Espero que os haya gustado esta entrada rebajil. Un beso, Anna.